Santuario de las Sagradas Reliquias

El santuario de las Sagradas Reliquias aparece inscrito en el registro del Patrimonio Inmueble de Andalucía con la Denominación de Iglesia de los Santos Bonoso y Maximiano. El código asignado como patrimonio inmueble de Andalucía es 01230060002, inscrito dentro de la tipología de Iglesias.

La construcción de este Santuario, fue ordenada por el  Cardenal y Obispo de Jaén D. Baltasar Moscoso y Sandoval, con motivo de los hallazgos que se produjeron en la zona que hoy ocupa el templo, en 1628, los cuales se atribuyeron a esos más de 3.000 almas que sufrieron martirio por su condición de cristianos, en una época del imperio romano, en la cual, el cristianismo estaba perseguido por orden del Emperador Diocleciano.
La construcción de este templo se convertía en necesaria para albergar los restos y ensalzar en gloria a   esos mártires, entre todos ellos los de los patronos actuales de nuestra ciudad, Bonoso y Maximiano. El encargo de realizar tal empresa fue el arquitecto de confianza del Cardenal Moscoso Sandoval, el arquitecto Juan de Aranda Salazar.

Las obras se iniciaron en 1639, siguiendo las trazas de Juan de Aranda Salazar, el templo se levantó, aprovechando los sillares o la propia construcción de la torre Mocha (una de las torres del antiguo alcázar). El templo resuelve a la perfección, el desnivel que presenta el terreno sobre el que está construido. Se trata de un edificio de planta rectangular en dos alturas, a el cual, se añade presbiterio y camarín a finales del siglo XVIII y principios del XIX respectivamente, que hace que cambie  ese aspecto rectangular tan acentuado en su origen. Para salvar el desnivel entre terrazas, el arquitecto diseña este santuario con dos templos, cuyo acceso a cada uno de ellos se hacía por una puerta independiente, forma magistral de resolver el desnivel.

 La parte inferior del Santuario se construyó a modo de Cripta, como una caja horadada, cubierta con bóveda de ladrillo de medio cañón y un presbiterio elevado con un altar de yesería de estilo Barroco colonial hispanoamericano, realizado posteriormente en 1672, cuya principal función era la de albergar en sus hornacinas los reliquias de esos mártires hallados en 1628. La portada presenta  dovelas radiales en el dintel con frisos de orlas. La portada se encuentra rematada por un frontón recto con escudo del Cardenal Moscoso Sandoval en el tímpano y decoración en el centro del dintel de la puerta de una mascarón bucólico que apunta a estética barroca.

En lo referente a la planta superior, esta se presenta abierta a la plaza de Santa María con una portada de medio punto sobre jambas rectangulares cajeadas y una cornisa sobre la que se construyen dos hornacinas, en principios destinadas a albergar las imágenes en piedra de los patronos San Bonoso y San Maximiano, los cuales nunca se llegaron a colocar. Estas hornacinas quedan enmarcadas por molduras rectas rematadas por un frontón triangular  con escudo en el tímpano y rematado por una cruz latina. En lo referente a su distribución interior se concibe como una espacio diáfano cubierto por una bóveda de medio cañón con lunetos. La parte superior de este templo  estaba destinada a albergar  las imágenes de San Bonoso y San Maximiano.


El templo fue abierto al culto en 1659 y conservo su esencia funcional hasta 1843 cuando las Desamortizaciones de Mendizábal, desembocaron en un necesario traslado de las imágenes de San Bonoso y San Maximiano a la Iglesia de Santa María del Alcázar, lo cual supuso un cambio en la funcionalidad del templo, pasando a trasladarse las reliquias de los Mártires al templo de arriba, dejando sin funcionalidad aparente la parte inferior del templo. Actualmente este espacio desempeña la función de Museo Religioso de las parroquias de Arjona 

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