Ayuntamiento

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La historia del edificio del Ayuntamiento va ligada a la del Hospital de San Miguel, ya que el actual enclave de la casa Consistorial, fue durante bastante tiempo la sede de dicho Hospital.

Las reglas de ordenanza que emplazaban a los hospitales de beneficencia a ser trasladados del centro de los municipios, tuvo como conclusión el traslado del Hospital de San Miguel a la llamada Casa del Rey, y en el lugar que este ocupaba, se proyectaría la construcción de la nueva casa Consistorial.

Dilatada en el tiempo fue su construcción,( en 1849 el Gobernador Civil de Jaén ordena su construcción.),diversos los cambias de proyecto, escasez de recursos económicos y muchas las trabas burocráticas, demorando la finalización de las obras, iniciadas en 1862, hasta 1868.

El presupuesto con el que contaba el consistorio, se sustentaba en parte con la venta de la Antigua Casa Capitular, la Carcel, y las casas de los Alguaciles, así como los ingresos que se tenían del presupuesto de beneficencia, que ascendían a la cantidad de 30.000 reales.

Las obras no dan comienzo como anteriormente hemos dicho hasta 1862, siendo alcalde de Arjona, Diego Manuel de Alférez, una vez que el arquitecto provincial Vicente Serrano Salaverri, declara en ruinas, tanto las antiguas casas capitulares, como el Hospital de San Miguel, optando por derribarlos e iniciar las nuevas construcciones, en las nuevas ubicaciones previstas.

El informe que emite dicho arquitecto en cuanto a la tipología y características arquitectónicas, aconseja a seguir la linea marcada por el clasicismo romántico, que apunta al más puro ecléctico.

Varios son los proyectos, que recoge las pautas de Vicente Serrano, destacar en primer lugar el proyecto de José Mº Cuenca, que en su fachada recoge el clasicismo, la simetría y la línea recta que nos marca el neoclasicismo, obedeciendo en sus planteamientos interiores a planeamientos eclécticos en el uso de materiales sustentantes elaborados en hierro (columnas del patio).

Este proyecto no se llevara a cabo, ya que, con la entrada en el consistorio del alcalde, José Ruano Vargas-Machuca, modifica el aspecto de la fachada, perdiendo de forma notoria, el aspecto clasicista de la misma, desapareciendo la balaustrada superior, eliminando las pilastras del cuerpo superior así como los sillares almohadillados que enmarcaban los vanos de la fachada, tomando como referencia la nueva modificación al clasicismo isabelino.

Patio de Entrada al Ayuntamiento

En lo que al interior del edificio respecta, existe un luminoso patio central, sobre el que se distribuyen las distintas estancias, abriéndose al fondeo del mismo, una gran escalera balaustrada, que se bifurca para llevarnos a la primera planta donde se concentran los despachos administrativos y la alcaldía. Dispone de una segunda planta o ático que ha sido modificada a principios del actual siglo, para satisfacer las demandas de un creciente volumen de trabajo.

Debemos señalar que desde su inauguración hasta nuestros días , la casa consistorial se ha  ido embelleciendo con distintas aportaciones que han contribuido a embellecer parte de sus estancias. Sea el caso la instalación del reloj de su fachada en 1913, que desde 1498 había estado ubicado en la torre del Reloj, al que se le añadió en 1915 un cuerpo de campanario, que le da un aspecto más regionalista a la fachada.

Destacar también el revestimiento de los zócalos de las paredes, azulejería geométrica, traídos de la casa-palacio del Barón de Velasco, así como de una estancia de dicho palacio, ubicada en lo que hoy es la alcaldía.